Lago Gutiérrez y Cascada de los Duendes

Llegar al Lago Gutiérrez es realmente fácil e invita a pasar una tarde de trekking, kayak, playa o montañismo. Siguiendo la traza de la Av. Bustillo, se desvía en la ruta 82 y se llega a la pequeña villa que reposa sobre el lago. Llegué esa tarde con mi prima y algunos amigos para aprovechar al máximo lo que ofrece ese lago periférico a Bariloche.

Elegimos primero acercarnos a la Cascada de los Duendes a unos pocos metros de la villa Gutiérrez. En un bosque de altos árboles, se esconde la musical caída de agua que atrae a los turistas como con un canto de sirenas.

A unos pocos metros vimos un sendero que llevaba a un mirador del Lago Gutiérrez. Unos mentirosos 800mts en subida nos acercó a una fantástica vista del espejo de agua y del gran valle sobre el que reposa. El ascenso es muy empinado, recomiendo ir preparado para llegar a la meta.

Al bajar descansamos las piernas en la costa del Lago, detrás de la casa del guardaparque. Observamos en silencio como los kayak pasaban sobre el agua en su coordinado remar. La tranquilidad nos dejo dormir un rato o en mi caso leer a la sombra con el vaivén de las olas sobre la orilla.

El atardecer fue de mates y churros en la playa central de la Villa. Alguna que otra incursión valiente al agua y un poco de futbol para ver caer el sol y comenzar el rezagado regreso a la Ciudad de Bariloche.

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